Mi tercera excavación del verano iba a ser junto a la playa, en Tavernes de Valldigna (Valencia), y muchas cosas, a pesar de tantas experiencias en excavaciones, fueron muy nuevas para mí...
Dado que mi habitual excavación en Donosti se había pospuesto, Natalia decidió buscar otro lugar al que ir en esas fechas. Había varias posibilidades, pero nos decidimos por uno de ellos. Finalmente Natalia, Miguel y yo nos íbamos juntos de excavación otra vez!
La COVA DE BOLOMOR es una cueva del paleolítico inferior en que se encuentran sobre todo restos óseos de fauna y materiales líticos. Aunque ya había conocimiento de ella desde principios del siglo XX, las campañas de excavación no se inician hasta 1989.... y desde entonces no han parado. Más info aquí:
wikipedia/bolomor.
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Vistas del valle de naranjos... |
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Cuando la noche del domingo 25 fuimos llegando todos... Miguel y Natalia venían de Ibiza, Tasio (mi compi de Zamora) vino en tren desde Ciudad Real, y yo llegué en coche directa desde Madrid.
Además había 2 chicas de Barcelona, una de Sevilla, otra de Cádiz, una de León, otra de Valencia.... y los chicos venían de Benidorm y Valencia (si, éramos más chicas que chicos).
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El día que llovieron 126 litros/metro cuadrado... |
Residíamos en Tavernes Playa.... en 3 bungalows-apartamentos junto a la misma arena! Aunque eran bungalows de 3 habitaciones, en el mío al menos acabamos durmiendo hasta 9 personas... yo en el sofá del salón, convirtiéndose aquel espacio en lo que a mí me gustaba llamar "pisito de soltera" (aunque siempre estaba lleno de gente, jeje).
Pere, mi amigo pompeyano que excava otra cueva cercana en Muro de Alcoi, ya me avisó sobre la subida que suponía alcanzar la cueva... un gran desnivel con piedras, tierra suelta y hojas, que se hacía especialmente cansado y difícil. Pero lo bueno es que la subida era corta.. unos 7 o 10 minutos de desnivel que sólo se hacían extremadamente difíciles si tenías que llevar algo que no fuera tu propia mochila (material, carpetas de trabajo, alguna herramienta...)
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Picando el sedimento del nivel XII... |
La parte de la cueva que se estaba excavando era prácticamente la entrada, así que no había que excavar dentro de túneles y demás... como muchos ya habríais pensado.
Desde el primer momento me dí cuenta que el proceso de excavación era más mecánico que meditado... es decir: tienes un metro cuadrado, visualizas dónde hay huesos o lítica, devastas el nivel (que parecía piedra por la fosilización) con cincel y maza, colocas en bolsitas los trozos de material que van apareciendo y se coordenan con una estación total. Y así una y otra vez hasta hacer desaparecer el nivel que se estaba excavando para hacer aparecer el siguiente, justo debajo, que ya iba teniendo otra textura.
Nada más y nada menos... así de simple... y con ritmo, porque nuestra quincena era la última de la temporada y había que dejar la cueva cerrada el último día. Incluso cuando el sedimento se hacía ya muy duro, se utilizaban martillos hidráulicos para levantar el nivel como fuese.....
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Martillo, cincel y escápula..... |
Subíamos hacia las 8:30 y a las 10:30 hacíamos parada para almorzar.... y como en otras excavaciones en las que he estado, teníamos nuestro vinito (en este caso de la bota) y embutidos y quesos para hacer bocadillos y cafetera para el cafetito-bombón... Hay que coger fuerzas!
A las 14:00 bajábamos de la cueva para comer en Tavernes pueblo, en "La Cepa Andaluza" (mas info aqui:
la_cepa_andaluza restaurante) donde todo lo que ofrecían de menú estaba riquísimo.... Incluso los martes y sábados solía tocar un genial arroz: fideuá, arroz negro, paella valenciana de toda la vida... A destacar son sus postres: tarta de café, brownie de chocolate, flan casero, calabaza con miel... o la increíble tarta de queso con arándanos!!
Tras un rato de siesta (bien en la playa, bien en el bungalow) hacíamos trabajo de laboratorio: clasificación de material, comprobación de los hallazgos de cada mañana, actualización de datos...
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Bocatas de tortilla y anchoas!! |
Y de ahí pues a la playa, a la piscina climatizada o al jacuzzi!!... Lorena y yo fuimos juntas un día sin tener claro si esa era la urbanización del tercer apartamento... así que entramos colándonos, nos metimos en la piscina en plan ilegal y salimos sólo con una toalla esquivando al vigilante como si fuéramos delincuentes... muy divertido!! Luego comprobamos que era el edificio correcto y que no hubiese hecho falta colarse! Eso sí.. el problema era el uso de las instalaciones sin una pulsera de no se qué..... en fin, que nos echamos unas risas.
Las cenas sí que las preparábamos nosotros... bien por turnos o bien a quien le apeteciera hacer "su especialidad"..... Pollo a la cerveza, Tabulé de cus-cus, Salmorejo con pepino (con pepino no!!), o las ricas croquetas que hizo Miguel con sorpresa (unas pocas guindillas en croquetas al azar... que a algunos les fastidió un poco la lengua)...
También quiero destacar dos cenas que nos preparó Raúl: una caldereta de pescado y marisco y una sardinada que hicimos en unas brasas en la playa... todo delicioso.
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Caldereta de pescado... mmmmm |
Un día grande fue el día
6... el cumple de Natalia!!! Miguel yo le compramos un montón de cositas que hubo hábilmente que esconder toda la mañana para darle la sorpresa justo durante la comida. Tuvo que llevar puesta toda la mañana una diadema con cuernos amarillos de alce o bien de "astas de cérvido"... jaja. En el restaurante preparamos la sorpresa con unas velas y con la música de Parchís!! Natalia no se esperaba nada parecido: una flauta, globos, un pompero... hasta una falda hawaiana que se tuvo que poner porque esa tarde... volvimos a subir a excavar a la cueva!!
He de decir que esta tarde de "doblete" estuvimos excavando con la inestimable ayuda de unas botellas de Mistela y Patxarán.... ;) así bajamos de cueva, con una alegría desmedida!!
Como anécdotas a destacar.... : ir cada mañana en el coche de Lorena cantando a gritos "Du Hast" de Rammstein (previas clases básicas de alemán a Zaida y Lore), subir a la cueva atravesando temprano los campos de naranjos o respirar su aroma con el sol de las 2 de la tarde, las charlas en la misma cueva o cuando tocaba cribar el cubo de dos en dos, las risas a mi costa cuando decidí que tenía que aprender algunas palabras en catalá o valenciá (algo si que aprendí eh?), mi estrepitosa caída-tropezón de la cual aún tengo marcas, la Jornada de Puertas abiertas en las que todos tratamos de aprender (con mayor o menor éxito) a golpear sílex para hacer bifaces....
La quicena la terminamos los 3 juntos en las playas alicantinas de Altea y Alfas del Pi... disfrutando de una última fideuá y del color del mar antes de volver a Madrid... recordando toda clase de experiencias de estos quince días.... deseando que próximamente volvamos a compartir excavación en Donosti, quizás en noviembre.... :)