sábado, 13 de agosto de 2011

POMPEYA... una experiencia única...

      Todo empezó con una llamada de mi amiga Patri… “Esther, hay unas excavaciones en Pompeya… vámonos!!” … Y sin mucho pensarlo, hicimos los papeleos, ajustamos fechas, mandamos unos mails…. Y entonces paramos un segundo: “tienes claro donde vamos no? Que nos vamos a POMPEYA!!” … y así empezó una aventura sin igual. ¿Quién iba a decirnos que la decisión más clara y rápida de nuestras vidas iba a suponer una de las mejores experiencias que íbamos a recordar para siempre?
El proyecto viene a través del Colegio de Licenciados en Ciencias y Letras de Valencia, por eso de allí eran la gran mayoría de los compañeros. Patricia y yo seríamos “las de Madrid” mientras que Marci y Almudena serían “las andaluzas”… otros venían de Mallorca, de Barcelona... incluso Erin, que venía de Florida!!
El gran viaje empezaba en Barcelona, de donde todos partimos en un barco Grimaldi que en 18 horas cubre la distancia con Roma-Civitavecchia. Salimos con retraso, cerca de las 23:30 de una noche, para llegar a las 19:00 horas del día siguiente. Las dos madrileñas y las dos andaluzas compartimos camarote y un sinfín de risas, lo que auguraba ya un gran viaje. ¿la experiencia del barco? Pues para todos los que sois aprehensivos con eso de navegar, deciros que, aunque si que se mueve un poquito, no se nota casi nada y se duerme estupendamente con el traqueteo de los motores. Es para vivirlo la verdad.
 Una vez llegados a Roma, había que conducir casi 3 horas hasta Nápoles. Me tocó ir en el coche de Ximo y Ana, dos arqueólogos de Castellón, con los que nos fuimos echando las primeras risas. Una lástima que llegáramos con lluvia y niebla… el gran volcán, el imponente Vesubio, no pudo “salir” a recibirnos.
Al fin llegamos a Scafati, el pueblo que estaba junto a Pompei… Nos íbamos a alojar en una especie de centro escolar con iglesia, todo dirigido por Don Ciro, ese párroco que tiene cada día una sonrisa para todos y una alegría para los chavalillos que van por allí a divertirse con monitores en la piscina. Desde luego es una maravilla lo que este hombre hace por todos esos chicos desfavorecidos del pueblo… y lo que hizo por nosotros, dejándonos unas instalaciones enormes y cómodas. Las escuelas de Don Ciro, donde vivíamos, resultaban perfectas: grandes habitaciones con varias camas para dormir todos juntos. Una piscina desmontable que usaban los chicos por la mañana y nosotros alguna que otra tarde. Sólo había 2 duchas, pero guardábamos bien la vez para ducharnos por turnos.... Cocina, salón de actos para las clases, un porche muy apañado donde sentarse a charlar cada tarde-noche... Un lujo la verdad... todo ello "protegido" por Don Pietro (del que más tarde os hablaré).
Todas las chicas juntas en un cuarto, los chicos en otro… Todos ya con unas ganas enormes de empezar de conocernos, de aprender, de excavar!!! 
 A la mañana siguiente, al fin, fuimos a ver Pompeya… pero como alumnos, con las inestimables clases “in situ” de Luigi.. el otro coordinador del proyecto junto con Llorens, de Valencia. A medida que avanzábamos por esas calles, esas calzadas romanas, templos, casas, tabernas… creo que todos íbamos cada vez más alucinados, sin caer en la cuenta de que nuestra misión allí no era turística, sino que íbamos a escribir la historia de Pompeya! Íbamos a formar parte de algo muy grande!
Ese primer día de toma de contacto fue increíble… así que imaginaros como debe ser a la mañana siguiente, cuando te pones ropa de campo, desayunas temprano, coges tus cosas y apareces allí, dispuesto a trabajar en Porta Nola, una de las salidas de Pompeya que, como todas las demás, es un entorno funerario en el cual se hallan varias tumbas.. entre ellas la nuestra, la de Obelius Firmus.
 La tumba es un espacio más bien pequeño, como una pequeña casa y no caben más de 4 personas excavando dentro de ella. Para acceder además hay que hacerlo con escalera por fuera y escalera por dentro, no hay puertecita que de acceso al interior de la tumba. El resto teníamos que sacar tierra, cribar en busca de restos más pequeños, catalogar la cerámica o huesos que fueran apareciendo o desbrozando otras áreas de otras tumbas. Todos aceptamos nuestros trabajos con mucha ilusión, deseando encontrar cositas importantes muy pronto. 
 Más o menos los días de campo eran así: desayunábamos juntos (bien fuerte para aguantar sin hacer almuerzo), llegábamos en coche hasta Pompei, se trabajaba hasta las 13:00 horas más o menos, en ocasiones íbamos a ver algún edificio singular de Pompei (tiene tantos que necesitamos varios días para poder ir viéndolos todos, el Lupanar, Porta Herculano, Porta Nocella, la propia casa de Obelius…).
Aunque admito que lo más bonito para mí eran aquellas salidas de la ciudad llenas de tumbas a derecha e izquierda, tengo que reconocer que fue alucinante poder ver la Casa del Fauno, donde estuvo originariamente el famoso mosaico de Alejandro Magno en su batalla contra Darío. Espectacular!! (aunque está puesta allí una reproducción, pudimos ver el original en el museo de Nápoles).
 Después de comer la rica y abundante pasta “al pomodoro”, volvíamos de nuevo a la excavación, hasta las 19:00 más o menos. Si había alguna otra cosa que ver, hacíamos otra visita guiada con Luigi y Llorens… si no, tocaba volver a casa para hacer la compra para la cena. El supermercado era muy pequeño, casi  como un “badulaque” donde había de todo, aunque lo mejor eran aquellos embutidos y quesos… y sobre todo su amable dueño, que era un solete. Mientras que dilucidábamos entre qué carne o queso llevar, siempre nos invitaba a unos vasos de cerveza y a un montadito de mortadela. Qué majo era!!
Y las cenas eran siempre similares. Empezábamos con unas cervezas mientras que se iban preparando las brasas para hacer carne y verduras. O bien se iban haciendo ensaladas en la cocina (tengo que hacer mención al gran hacedor de “all i oli”, Sergi, gracias por tu dedicación y esa salsa tan elaborada). Ahí con las cervezas era el momento de charlar, conocernos y echarnos aún más risas (aunque durante el día era un no parar de reír, la verdad…). Durante la cena tomábamos vinos blanco y tinto muy ricos… y en la sobremesa, que podía alargarse hasta altas horas de la noche, ya pasábamos al rico “limoncello” y a un licor italiano básico, parecido a nuestro orujo, que se llama “Grappa”. Qué divertidas esas noches de risas, donde dábamos rienda suelta a nuestro humor sin medidas y nos acabábamos acostando con agujetas de tanto reír. Gracias a todos por esas noches tan increíbles chicos, las recuerdo con mucho cariño…

Tengo que mencionar otros sitios a los que fuimos a cenar… pero a cenar muy bien además. Un buen sitio allí cerquita era “El Grillo Verde”, donde los entrantes o “antipasti” eran interminables y deliciosos… y de segundo siempre había buen pescado. De este modo, en las 2 semanas del proyecto, pudimos comer de todo y bien. Las dos noches que fuimos a este sitio fueron una locura de bromas y chistes sin parar (tengo que hacer mención aquí a Pere, el que yo creo que se erigió como el gran contador de chistes oficial y con el que yo creo que nos reímos más, gracias Pere!).

Otra cena, muy importante además, la tuvimos en el restaurante de Don Pietro…. ¿Qué quién es Don Pietro?... pues imaginad a un hombre bien parecido, de traje negro y corbata, con el pelo estirado y engominado para atrás, semblante serio y mirada inquisidora… Si además os digo que es uno de esos de alto rango dentro de esa cosa que empieza con MA y acaba con FIA… pues ya os podéis hacer a la idea. Nos llevó a cenar a su restaurante, donde todo el mundo se gira a mirarle cuando llega. Nos sienta en un área reservada a todos y nos saca una cantidad indecente de comida… lo que más se escuchaba era “no se te ocurra dejar nada, hay que comerlo todo” y “no te sirvas aún, que Don Pietro aún no se ha servido”….. Creo que ha sido de las cenas más estresantes de mi vida, sin duda… Nos planteábamos incluso hacer como los romanos: salir a vomitar para poder entrar y seguir comiendo. El colofón fueron unas pizzas del tamaño de paelleras con las que ya no podíamos más! No contento con esto, nos llevó a tomar café a un bar que también era suyo: “tómate un café, va, aunque sean las 1:30 de la mañana”…. Y llegó el momento más surreal: Don Pietro nos mete en una especie de cueva bajo su casa donde tiene hecho un enorme Belén de Navidad!! (En Nápoles hay una gran tradición belenista). Al parecer las figuras las hace él mismo y la mayoría se mueven! El herrero, el carpintero, el pizzero…. Yo recordaba pelis de terror que empezaban justo así: conjunto de jóvenes a los cuales ceban con mucha comida justo antes de bajar a matarlos uno a uno en una especie de pasillo del terror. Yo, por si acaso, trataba de no ir la última por allí dentro.
Un día llegó la profesora Rosa Albiach, conservadora del museo de prehistoria de Valencia. Ella nos llevó de visita por la mañana para ver la Villa Oplontis (la casa donde vivió Popea, la mujer de Nerón). El sitio era increíble... qué pinturas, qué habitaciones, qué letrinas, qué piscina!! Una piscina de 61 metros, más que una olímpica! Todo fascinante. Después de comer quisimos visitar Herculano con ella también, pero de camino a la estación de tren nos cayó una de esas trombas de agua que convierten una calle normal en un río caudaloso en sólo 5 minutos!! Creo que fue la tarde más divertida que habíamos vivido: nos mojamos por completo, caminamos por un caudal de agua que no era precisamente transparente, descubrimos que allí no se estilan las alcantarillas de desagüe y decidimos volver ya empapados abortando la misión... Una vecina italiana salió a su porchecito del portal para vernos pasar (debía ser una escena cómica la verdad) y tuve que preguntarle: ¿ma cómo e aquesta lluvia que en sólo cincue minuti ha transformatto la calle en un río, en un flumine? (os recuerdo que aún no sé italiano.. aún) y la mujer me dijo en italiano algo así como: "pues imaginate en invierno, cuando necesitamos barcas para salir de casa"... Al llegar a las escuelas estábamos tan mojados... que Almu y yo propusimos bañarnos en la piscina.. total qué más daba ya!: "chicos, a que no hay h****s de bañarnos en la piscina con esta lluvia?" No hizo falta nada más.. todos acabamos allí bañándonos como si del Ilustre Equipo de Natación Sincronizada de Scafati se tratase. Una tarde genial... la recuerdo con mucha ilusión.
Al día siguiente fue nuestro DIA LIBRE... cada cual se organizó como pudo según las cosas que NO quería perderse de la zona. Almudena, Marci, Erin, Patri y yo hicimos equipo y empezamos la mañana cogiendo el tren rumbo a POMPEYA de nuevo (como ya no íbamos cada día a excavar allí porque estábamos con el material, decidimos volver a despedirnos en persona de Obelius y su tumba). Visitamos antes una Domus (una casa) con un jardín lleno de parras colgadas... preciosa. De ahí a nuestra amada tumba donde nos hicimos toda clase de fotos... y, atravesando de nuevo esas calles, llegamos a unos baños de Pompeya que fueron increíbles!!! Guardan aún su techo: una decorada bóveda de cañón!!! Genial!! Los suelos, las paredes, la natatio (piscina), las taquillas... todo!! Vimos después la Villa de los MISTERIOS, famosa por sus increíbles pinturas de figuras enormes... absolutamente preciosa toda la villa. 
Y, cogiendo de nuevo el cercanías (si si, es lo que tienen estos lugares... que coges un tren normal y saltas de villa romana en villa romana, de ciudad en ciudad... de ruina en ruina) llegamos a HERCULANO! Si Pompeya es brutal por esas calles y por su extensión enorme... Herculano es la gran joya que nos muestra casas completas!!! enteras! de 2 y 3 pisos!! tal cual estaban!! Y mesas, camas, suelos.... todo!! Las 5 íbamos por las calles de Herculano como locas... "chicas entrad aquí! tenéis que ver esto!"... "no no, esto no puede ser verdad!" ... "pero si hay ventanas y puertas!"... "has visto esos suelos??"... "y tú esos techos??"..... Realmente fascinante.. creo que nuestras vidas de arqueólogas han cambiado después de entrar en esa casa de 3 pisos, ver ese puerto enorme bajo 30 metros de lava (si, Herculano tenía mar por entonces), esas calles con tabernas completas... El volcán lo cubrió todo y así ha llegado a nosotros... bru-tal!!
 Otro gran día fue aquel en que todos nos fuimos a pasar el día a Nápoles. De nuevo cogiendo el tren, tardamos casi una hora haciendo multitud de paradas. Aparecimos prácticamente en el mismo centro de la ciudad y pudimos comprobar que, aunque sí que estaba algo sucia y descuidada, tenía un encanto maravilloso. Pudimos pasear por las calles más céntricas, ver sus callejones más estrechos, las tiendas más variopintas, sus altares con santos casi en cada esquina, sus iglesias y edificios desde medievales hasta del XIX... Sus calles transmitían historia y a la vez mucha cercanía. Llegamos a la Piazza San Domenico Maggiore, que es una plaza muy cuca con sus edificios antiguos y sus tranquilas terrazas, donde pudimos disfrutar de un "café freddo"... el mejor café helado que he tomado nunca.

Nuestra siguiente parada fue el Museo Archeologico Nazionale. Un lugar increíble como edificio y como cofre lleno de tesoros del arte y la arqueología. Allí pudimos ver cosas alucinantes como el ya citado Mosaico de Alejandro Magno... algo sublime de verdad. Todos nos quedamos con la boca abierta. Antes de salir pude acercarme a ver la impresionante colección Farnesio de escultura. Nunca imaginé que el conjunto escultórico conocido como "el Toro Farnesio" sería de verdad tan impactante!! De una sola pieza, adquiere unas dimensiones abrumadoras! Por mucho que la hubiese estudiado, no me la había imaginado así. Imponente. Pero ya se me acabaron los adjetivos cuando, justo en la sala contraria, pude ver "el Hércules Farnesio"... una escultura de un Hércules ya cansado, barbado, mayor... con varios objetos que nos recuerdan a los 12 trabajos o pruebas que acaba de terminar para ganarse la inmortalidad del Olimpo... Es una figura enorme, de casi 3 metros... y además, posee uno de los mejores culos de la historia del arte ;)

Después de comer en una trattoria unas pizzas increíbles, fuimos a visitar las Catacumbas de San Genaro, situadas justo bajo la Basílica dell´incoronata. Decenas de pasillos excavados para ser morada de cientos de enterramientos cristianos, conservan pinturas desde el siglo III d.C. y están organizadas por entornos familiares. Al parecer los restos humanos allí encontrados fueron sacados juntos y enterrados en una misma gran fosa en un cementerio cercano ¿pero es que a nadie se le ocurrió juntar al menos a familias y numerar las inhumaciones? Algo terrible, si.
Aún nos queda ver mucho de Nápoles, incluído el cráter del Vesubio... esperemos el año que viene poder ver todo lo que la ciudad aún puede ofrecernos.
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Fuera de estos hechos concretos, se me agolpan multitud de imágenes y sentimientos para el recuerdo... : la omnipresente silueta del volcán que nos daba el "buon giorno" cada día, el sabroso café expresso que nos ponían en "La Guadagna" rodeados de señores mayores echando su partidita, el situarnos todos dentro de los 3 o 4 coches que teníamos para viajar a cualquier lado, la conducción temeraria italiana en la que el uso del claxon queda sólo permitida para saludar (no se te ocurra pitar para nada más, no sabes a quién podrías estar ofendiendo), cuando nos invitaron a pizza casera y bizcochos de chocolate y vinos en unas excavaciones en una ciénaga cercana, los ataques nocturnos de mosquitos tigre que sólo sufrían unos cuantos y de los cuales otros ni nos enteramos, las dos duchas que sólo teníamos para todos y la única fregona que había para ambos suelos, las chicas monitoras que tenía Don Ciro que cada día nos cocinaban rica pasta o arroz y cuidaban de todos los niños que iban allí a jugar, las clases teóricas que se hacían muy difíciles por el sueño pero que nunca dejaron de ser muy interesantes (gracias a Rosa, Silvia, Llorens y Luigi por todas ellas), las charlas interminables cada noche que nos permitían conocernos cada vez más, la multitud de bromas y chistes incesantes que nos hacían reír a todas horas y por cualquier cosa que nos pasaba, la "pira funeraria" de los sombreros de paja de Pere y Adriá para cerrarlo todo con un símbolo, el día que hubo que recogerlo todo y decir adiós a Nápoli, la visita a los enterramientos etruscos de Cerveteri, la última noche juntos en la discoteca del barco hasta que la cerramos poniendo nosotros la música que queríamos, sacar las maletass y desembarcar sabiendo que el fin estaba cerca..... las lágrimas de todos al despedirnos en el puerto de Barcelona.... el mismo sitio donde todo había empezado. Ningún abrazo pudo consolar tanto llanto.


Gracias a todos por esta experiencia. Gracias de verdad. He tratado de escribir todo lo que aún tenía en mi cabeza.. pero si créeis que faltan anécdotas (seguro que faltan millones) os invito a que las añadáis abajo en forma de comentario y contribuir así a la memoria colectiva de todos los que vivimos Pompei como lo hicimos. 
Deseo desde lo más profundo que el espíritu que nos unió a todos no desaparezca y podamos estar juntos de nuevo en próximas fechas. Y reír como lo hacíamos.. y volver a llorar si hace falta. No quería olvidar ni un sólo detalle de todo lo vivido y por eso he tardado tanto en escribir este post... tanta vivencia en sólo 15 días nos ha hecho a todos mejores personas, grandes amigos.
Os recuerdo a todos cada día, cada noche... no hay café igual, ni pizza parecida, ni cenas tan divertidas... pero sobre todo gente como vosotros, que fuimos familia durante 15 días con nuestras dudas, miedos, sonrisas e incluso lágrimas.




Gracias a Llorens por organizarlo todo y unirnos como proyecto humano, a Luigi por ser simplemente como es y enseñarme ese humor napolitano que tanto echo de menos, a Rosa y Silvia por sus clases, a Magdalena por su ayuda en la tumba, a Sheila y Aida por contar conmigo para fiestas y conciertos, a Erin por ser tan auténtica y divertida, a Marci y a Almudena por todo lo que ellas ya saben, a Sergi por su "all i oli", a Leo por sus sonrisas, a Adriá por sus tranquilas palabras, a Bisbal por ser él mismo, a Agustí por querer aprender tanto, a Pere por ser tan "grande" en tantos sentidos, a Ana y a Ximo por ser mis chóferes y cómplices en tantas cosas. Y sobre todo a mi amiga Patri por hacerme aquella llamada con la que se inició todo esto.


Gracias a TODOS... nos veremos pronto!! *^^*


PD: ya sabéis... a comentar cositas!!!