El pasado sábado 8 de Junio tuve al fin la oportunidad de asistir a uno de los eventos más divertidos que he conocido en Portugal: LA RONDA DE LAS ADEGAS.
Atenor es una aldea cerca de Miranda de Douro, pequeña y acogedora!
¿En qué consiste? -->
Imaginaos un pueblecito, todo de piedra local (esquisto, como no podia ser de otra forma)... casitas y bodegas particulares repartidas por 3 callecitas.
Cada casa/bodega particular ofrece sus productos artesanales... desde vino y cerveza caseros, pasando por quesos, embutidos, miel... y también cerámica, teLas, ropa tradicional, cestería.... Todo precioso!
Dejamos el coche a la entrada del pueblo, accedes por una de sus calles y pagas sólo 1 euro por participar de todo esto. Después tienes que comprarte una taza (en mi caso fue de aluminio, aunque las había de barro) por 1,50€... Si luego la querías devolver, se te reembolsa el dinero. Ni que decir tiene que me quedé la mía de recuerdo!
Te dan entonces un mapa, con las 3 calles, y con toda la lista de bodegas y casas para saber qué podrás comer, beber o comprar en cada una!
Y así empezamos, por una de las calles, tomando vinos por 1 euro que te iban sirviendo siempre en tu tacita... Hasta llegar a encontrarnos con el resto de compis que ya estaban sentados en un espacio como un pajar, con mesas, y donde comimos champiñones, mollejas, tripas... y todas esas delicias tradicionales con las que terminas mojando pan, por supuesto.
IMÁGENES DE MIS VICTORIAS! |
Entramos en una casa donde se hacía cerámica local... una cerámica negra típica. Estuvimos hablando largo rato con el artesano sobre técnicas de cerámica, cocción y demás... poniéndolo en comparación con la cerámica que nosotros encontramos en nuestras excavaciones. Es increíble ver cómo son de parecidas las piezas y las técnicas teniendo una diferencia de 3000 años! Compramos una jarra y un copito de recuerdo!
Y de ahí, a seguir la ronda.. más vinos y cerveza... hasta cenar "porco no espeto", es decir, un enorme cochino puesto en una vara larga y que dan vueltas sobre unas brasas... totalmente delicioso!!!
A pesar de la lluvia, fue una día perfecto: la comida, la bebida, las gentes, la música de gaitas por las calles, los juegos.... desde luego una experiencia que hay que repetir el año que viene!!